18 de octubre de 2013

Muestran alternativas a políticas que generan hambre y malnutrición en el mundo

FUNDACIÓN TIERRA

“Nuestra familia estaba arruinada porque perdimos nuestra cosecha de soja y maíz por la sequía. Con el PAA (Programa de Adquisición de Alimentos) mi madre empezó a hacer pan y pasteles; ella cultivaba su producción y nosotros [sus hijos] teníamos que ayudarla con las tareas domésticas. Con los beneficios, mi madre compró un ordenador y paga mis estudios”. (Joven participante en la oficina de evaluación del PAA en la región del Sul). El testimonio corresponde a una de las alternativas que se describen en el “Observatorio del Derecho a la Alimentación y a la Nutrición 2013”, presentado en Roma el 8 de octubre. Al respecto el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación, Olivier de Schutter, citado en un comunicado de prensa del observatorio, piensa que esas alternativas surgen de las poblaciones que buscan recobrar el control de los sistemas alimentarios. De Schutter afirma: “Los fracasos de los sistemas alimentarios dominantes son ahora ampliamente reconocidos. No obstante, la inercia hace que sigan prevaleciendo, en gran medida porque no se han propuesto alternativas creíbles. Esta publicación muestra que tales alternativas están emergiendo. No emergen de laboratorios de científicos especializados en alimentación o de agencias gubernamentales, sino que surgen de forma ascendente, de las iniciativas de las personas que buscan recuperar el control sobre los sistemas alimentarios de los que dependen”.

Pero ¿Cuál es el objetivo de dar a conocer estas alternativas? Los autores del documento afirman en sus conclusiones que “ningún derecho humano, y especialmente el derecho a la alimentación y a la nutrición, puede realizarse sin implicar a los titulares de derechos más afectados en la elaboración de políticas eficaces contra el hambre”. Esto quiere decir que las poblaciones afectadas por esas políticas tienen que participar en la definición de las mismas.

Además sostienen que se debe emplear “los derechos humanos como metodología fundamental para fortalecer los sistemas de rendición de cuentas y articular alternativas a las políticas dominantes en los sectores de la alimentación, la agricultura y la nutrición”.

Sobre el particular, el Secretario General de FoodFirst Information & Action Network (FIAN Internacional), Flavio Valente opina que hay que detener las políticas que generan hambre, según un comunicado de prensa del observatorio. “Es fundamental un enfoque basado en derechos humanos, incluida la aplicación de los instrumentos jurídicos internacionales, para revertir tendencias globales que provocan discriminación, exclusión y enajenación. Las políticas de comercio e inversión, energía y finanzas, agricultura y nutrición, deben ser analizadas bajo el criterio de la coherencia con los derechos humanos”, cita el documento.

Según el observatorio es necesario comprobar la “coherencia en materia de derechos humanos para iniciativas globales como la Nueva Alianza del G8 para Seguridad Alimentaria y la Nutrición, la iniciativa Scaling-Up Nutrition (SUN), la Alianza por una Revolución Verde en África (AGRA) y otros Partenariados Público-Privados (PPP) en agricultura o nutrición”.

El observatorio identificó varias políticas que generan hambre y malnutrición en el mundo, entre ellas las “Inversiones del sector privado en el desarrollo agrícola” y la violencia estructural contra las mujeres.

El informe se divide en dos partes. La primera está dedicada a las “Alternativas y resistencia a políticas que generan hambre” y la segunda contiene informes nacionales y regionales basados en el “Monitoreo del derecho humano a la alimentación y a la nutrición”.

Martin Wolpold-Bosien escribió el primer artículo: “Rendición de cuentas en materia de derechos humanos, gobernanza inclusiva en la alimentación y la nutrición, y el marco post 2015”, que busca contribuir al “análisis crítico” del proceso de discusión a nivel mundial para definir el marco de desarrollo post 2015, tomando como base los hallazgos clave de las ediciones previas del Observatorio del Derecho a la Alimentación y a la Nutrición.

El segundo apartado titula “Inversiones del sector privado en el desarrollo agrícola” y contiene tres artículos: “Un énfasis estratégico falto de actores estratégicos” de Kathy McNeely; “Los auténticos beneficiarios del ‘Programa de Salud del Suelo’ de AGRA” escrito por el Centro Africano para la Bioseguridad y “La Iniciativa SUN” escrito por Claudio Schuftan y Ted Greiner.

El tercer apartado es “Resistencias y visiones alternativas”. El cuarto es “Haciendo frente a la violencia estructural, cambiando las políticas: estrategias organizativas de las mujeres para superar la discriminación y el hambre”. El quinto apartado titula: “Semillas y autonomía campesina”. El artículo final de la primera parte es: “Garantizar modos de vida sostenibles en la pesca en pequeña escala”.

En la segunda parte están informes de países de África, Asia, América Latina, Europa y Estados Unidos.

El capítulo referido a América Latina contiene dos artículos y un cuadro. “Organismos genéticamente modificados y resistencia en la región maya de México” escrito por Marcos Arana Cedeño; “Las transnacionales de la biotecnología, las grandes beneficiadas del quiebre democrático en Paraguay” de Jorge González y el cuadro titulado “Concentración de la tierra en Paraguay: Caso Marina Kue” elaborado por Nadine García.

FUENTE: http://www.ftierra.org/ft/index.php?option=com_content&view=article&id=16981:rair&catid=159:sa&Itemid=239

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