Miércoles, Octubre 16, 2013 - 19:01
La
organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO) advirtió hoy que no es suficiente el crecimiento
económico de un país para que exista una reducción en el flagelo del
hambre. Dijo que el crecimiento debe implicar un aumento del empleo para
que existan mayores oportunidades de generación de ingresos.
“Es poco probable que el crecimiento por sí solo tenga un efecto considerable en la reducción del hambre”, señala el resumen ejecutivo del informe anual de la FAO.
Destaca el rol de las mujeres en la administración del hogar respecto a la alimentación y la salud. “Es preciso que las mujeres se beneficien de esas mejoras, porque cuando las mujeres tienen un mayor control sobre los ingresos de los hogares, tiende a gastar más dinero en artículos que mejoran la nutrición y la salud”, agrega el documento.
La FAO destaca que en los últimos cinco años (2008-2012) bajó el número de personas que sufren hambre en Bolivia, del 27,5 al 24,1 por ciento de la población; sin embargo, “aún son dos millones de hambrientos en el país”, indicó.
Según un estudio realizado por la Fundación Tierra, 3.585.617 personas de 184 municipios viven con alto grado de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria, de acuerdo a la variable disponibilidad de alimentos. La cifra representa el 54,3 por ciento de los 339 municipios bolivianos.
Además de la disponibilidad de alimentos, la investigación de Tierra analiza otros dos componentes del grado de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria: el acceso y uso de los alimentos. Estos aspectos son traducidos en índices que se basan a su vez en indicadores de riesgo y de capacidad de respuesta, siendo el municipio la unidad de análisis.
El representante de la FAO en Bolivia, Crispín Moreira, expresó su confianza en que Bolivia pueda cumplir con los objetivos del milenio, y en este caso con reducir la subnutrición en el país hasta un 17 por ciento a 2015.
“Bolivia está llegando cerca de su meta que es bajar hasta 17 por ciento el número de personas en situación de subalimentación, entonces ya hay un progreso, porque cuando Bolivia firmó ante las Naciones Unidas tenía 33 por ciento de la población en situación de inseguridad alimentaria”, recordó el funcionario.
Apuntó que actualmente el 21,3 por ciento de la población sufre hambre, pero “nosotros creemos que si el país sigue acelerando, tenemos esperanza que a 2015 Bolivia va a lograr la meta”.
“Es poco probable que el crecimiento por sí solo tenga un efecto considerable en la reducción del hambre”, señala el resumen ejecutivo del informe anual de la FAO.
Destaca el rol de las mujeres en la administración del hogar respecto a la alimentación y la salud. “Es preciso que las mujeres se beneficien de esas mejoras, porque cuando las mujeres tienen un mayor control sobre los ingresos de los hogares, tiende a gastar más dinero en artículos que mejoran la nutrición y la salud”, agrega el documento.
La FAO destaca que en los últimos cinco años (2008-2012) bajó el número de personas que sufren hambre en Bolivia, del 27,5 al 24,1 por ciento de la población; sin embargo, “aún son dos millones de hambrientos en el país”, indicó.
Según un estudio realizado por la Fundación Tierra, 3.585.617 personas de 184 municipios viven con alto grado de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria, de acuerdo a la variable disponibilidad de alimentos. La cifra representa el 54,3 por ciento de los 339 municipios bolivianos.
Además de la disponibilidad de alimentos, la investigación de Tierra analiza otros dos componentes del grado de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria: el acceso y uso de los alimentos. Estos aspectos son traducidos en índices que se basan a su vez en indicadores de riesgo y de capacidad de respuesta, siendo el municipio la unidad de análisis.
El representante de la FAO en Bolivia, Crispín Moreira, expresó su confianza en que Bolivia pueda cumplir con los objetivos del milenio, y en este caso con reducir la subnutrición en el país hasta un 17 por ciento a 2015.
“Bolivia está llegando cerca de su meta que es bajar hasta 17 por ciento el número de personas en situación de subalimentación, entonces ya hay un progreso, porque cuando Bolivia firmó ante las Naciones Unidas tenía 33 por ciento de la población en situación de inseguridad alimentaria”, recordó el funcionario.
Apuntó que actualmente el 21,3 por ciento de la población sufre hambre, pero “nosotros creemos que si el país sigue acelerando, tenemos esperanza que a 2015 Bolivia va a lograr la meta”.
Miércoles, Octubre 16, 2013 - 19:01
La
organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO) advirtió hoy que no es suficiente el crecimiento
económico de un país para que exista una reducción en el flagelo del
hambre. Dijo que el crecimiento debe implicar un aumento del empleo para
que existan mayores oportunidades de generación de ingresos.
“Es poco probable que el crecimiento por sí solo tenga un efecto considerable en la reducción del hambre”, señala el resumen ejecutivo del informe anual de la FAO.
Destaca el rol de las mujeres en la administración del hogar respecto a la alimentación y la salud. “Es preciso que las mujeres se beneficien de esas mejoras, porque cuando las mujeres tienen un mayor control sobre los ingresos de los hogares, tiende a gastar más dinero en artículos que mejoran la nutrición y la salud”, agrega el documento.
La FAO destaca que en los últimos cinco años (2008-2012) bajó el número de personas que sufren hambre en Bolivia, del 27,5 al 24,1 por ciento de la población; sin embargo, “aún son dos millones de hambrientos en el país”, indicó.
Según un estudio realizado por la Fundación Tierra, 3.585.617 personas de 184 municipios viven con alto grado de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria, de acuerdo a la variable disponibilidad de alimentos. La cifra representa el 54,3 por ciento de los 339 municipios bolivianos.
Además de la disponibilidad de alimentos, la investigación de Tierra analiza otros dos componentes del grado de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria: el acceso y uso de los alimentos. Estos aspectos son traducidos en índices que se basan a su vez en indicadores de riesgo y de capacidad de respuesta, siendo el municipio la unidad de análisis.
El representante de la FAO en Bolivia, Crispín Moreira, expresó su confianza en que Bolivia pueda cumplir con los objetivos del milenio, y en este caso con reducir la subnutrición en el país hasta un 17 por ciento a 2015.
“Bolivia está llegando cerca de su meta que es bajar hasta 17 por ciento el número de personas en situación de subalimentación, entonces ya hay un progreso, porque cuando Bolivia firmó ante las Naciones Unidas tenía 33 por ciento de la población en situación de inseguridad alimentaria”, recordó el funcionario.
Apuntó que actualmente el 21,3 por ciento de la población sufre hambre, pero “nosotros creemos que si el país sigue acelerando, tenemos esperanza que a 2015 Bolivia va a lograr la meta”.
“Es poco probable que el crecimiento por sí solo tenga un efecto considerable en la reducción del hambre”, señala el resumen ejecutivo del informe anual de la FAO.
Destaca el rol de las mujeres en la administración del hogar respecto a la alimentación y la salud. “Es preciso que las mujeres se beneficien de esas mejoras, porque cuando las mujeres tienen un mayor control sobre los ingresos de los hogares, tiende a gastar más dinero en artículos que mejoran la nutrición y la salud”, agrega el documento.
La FAO destaca que en los últimos cinco años (2008-2012) bajó el número de personas que sufren hambre en Bolivia, del 27,5 al 24,1 por ciento de la población; sin embargo, “aún son dos millones de hambrientos en el país”, indicó.
Según un estudio realizado por la Fundación Tierra, 3.585.617 personas de 184 municipios viven con alto grado de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria, de acuerdo a la variable disponibilidad de alimentos. La cifra representa el 54,3 por ciento de los 339 municipios bolivianos.
Además de la disponibilidad de alimentos, la investigación de Tierra analiza otros dos componentes del grado de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria: el acceso y uso de los alimentos. Estos aspectos son traducidos en índices que se basan a su vez en indicadores de riesgo y de capacidad de respuesta, siendo el municipio la unidad de análisis.
El representante de la FAO en Bolivia, Crispín Moreira, expresó su confianza en que Bolivia pueda cumplir con los objetivos del milenio, y en este caso con reducir la subnutrición en el país hasta un 17 por ciento a 2015.
“Bolivia está llegando cerca de su meta que es bajar hasta 17 por ciento el número de personas en situación de subalimentación, entonces ya hay un progreso, porque cuando Bolivia firmó ante las Naciones Unidas tenía 33 por ciento de la población en situación de inseguridad alimentaria”, recordó el funcionario.
Apuntó que actualmente el 21,3 por ciento de la población sufre hambre, pero “nosotros creemos que si el país sigue acelerando, tenemos esperanza que a 2015 Bolivia va a lograr la meta”.
Miércoles, Octubre 16, 2013 - 19:01
La
organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO) advirtió hoy que no es suficiente el crecimiento
económico de un país para que exista una reducción en el flagelo del
hambre. Dijo que el crecimiento debe implicar un aumento del empleo para
que existan mayores oportunidades de generación de ingresos.
“Es poco probable que el crecimiento por sí solo tenga un efecto considerable en la reducción del hambre”, señala el resumen ejecutivo del informe anual de la FAO.
Destaca el rol de las mujeres en la administración del hogar respecto a la alimentación y la salud. “Es preciso que las mujeres se beneficien de esas mejoras, porque cuando las mujeres tienen un mayor control sobre los ingresos de los hogares, tiende a gastar más dinero en artículos que mejoran la nutrición y la salud”, agrega el documento.
La FAO destaca que en los últimos cinco años (2008-2012) bajó el número de personas que sufren hambre en Bolivia, del 27,5 al 24,1 por ciento de la población; sin embargo, “aún son dos millones de hambrientos en el país”, indicó.
Según un estudio realizado por la Fundación Tierra, 3.585.617 personas de 184 municipios viven con alto grado de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria, de acuerdo a la variable disponibilidad de alimentos. La cifra representa el 54,3 por ciento de los 339 municipios bolivianos.
Además de la disponibilidad de alimentos, la investigación de Tierra analiza otros dos componentes del grado de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria: el acceso y uso de los alimentos. Estos aspectos son traducidos en índices que se basan a su vez en indicadores de riesgo y de capacidad de respuesta, siendo el municipio la unidad de análisis.
El representante de la FAO en Bolivia, Crispín Moreira, expresó su confianza en que Bolivia pueda cumplir con los objetivos del milenio, y en este caso con reducir la subnutrición en el país hasta un 17 por ciento a 2015.
“Bolivia está llegando cerca de su meta que es bajar hasta 17 por ciento el número de personas en situación de subalimentación, entonces ya hay un progreso, porque cuando Bolivia firmó ante las Naciones Unidas tenía 33 por ciento de la población en situación de inseguridad alimentaria”, recordó el funcionario.
Apuntó que actualmente el 21,3 por ciento de la población sufre hambre, pero “nosotros creemos que si el país sigue acelerando, tenemos esperanza que a 2015 Bolivia va a lograr la meta”.
“Es poco probable que el crecimiento por sí solo tenga un efecto considerable en la reducción del hambre”, señala el resumen ejecutivo del informe anual de la FAO.
Destaca el rol de las mujeres en la administración del hogar respecto a la alimentación y la salud. “Es preciso que las mujeres se beneficien de esas mejoras, porque cuando las mujeres tienen un mayor control sobre los ingresos de los hogares, tiende a gastar más dinero en artículos que mejoran la nutrición y la salud”, agrega el documento.
La FAO destaca que en los últimos cinco años (2008-2012) bajó el número de personas que sufren hambre en Bolivia, del 27,5 al 24,1 por ciento de la población; sin embargo, “aún son dos millones de hambrientos en el país”, indicó.
Según un estudio realizado por la Fundación Tierra, 3.585.617 personas de 184 municipios viven con alto grado de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria, de acuerdo a la variable disponibilidad de alimentos. La cifra representa el 54,3 por ciento de los 339 municipios bolivianos.
Además de la disponibilidad de alimentos, la investigación de Tierra analiza otros dos componentes del grado de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria: el acceso y uso de los alimentos. Estos aspectos son traducidos en índices que se basan a su vez en indicadores de riesgo y de capacidad de respuesta, siendo el municipio la unidad de análisis.
El representante de la FAO en Bolivia, Crispín Moreira, expresó su confianza en que Bolivia pueda cumplir con los objetivos del milenio, y en este caso con reducir la subnutrición en el país hasta un 17 por ciento a 2015.
“Bolivia está llegando cerca de su meta que es bajar hasta 17 por ciento el número de personas en situación de subalimentación, entonces ya hay un progreso, porque cuando Bolivia firmó ante las Naciones Unidas tenía 33 por ciento de la población en situación de inseguridad alimentaria”, recordó el funcionario.
Apuntó que actualmente el 21,3 por ciento de la población sufre hambre, pero “nosotros creemos que si el país sigue acelerando, tenemos esperanza que a 2015 Bolivia va a lograr la meta”.
ERBOL:
Miércoles,
Octubre 16, 2013 - 19:01
La
organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)
advirtió hoy que no es suficiente el crecimiento económico de un país para que
exista una reducción en el flagelo del hambre. Dijo que el crecimiento debe
implicar un aumento del empleo para que existan mayores oportunidades de
generación de ingresos.
“Es poco
probable que el crecimiento por sí solo tenga un efecto considerable en la
reducción del hambre”, señala el resumen ejecutivo del informe anual de la FAO.
Destaca
el rol de las mujeres en la administración del hogar respecto a la alimentación
y la salud. “Es preciso que las mujeres se beneficien de esas mejoras, porque
cuando las mujeres tienen un mayor control sobre los ingresos de los hogares,
tiende a gastar más dinero en artículos que mejoran la nutrición y la salud”,
agrega el documento.
La FAO
destaca que en los últimos cinco años (2008-2012) bajó el número de personas
que sufren hambre en Bolivia, del 27,5 al 24,1 por ciento de la población; sin
embargo, “aún son dos millones de hambrientos en el país”, indicó.
Según un
estudio realizado por la Fundación Tierra, 3.585.617 personas de 184 municipios
viven con alto grado de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria, de acuerdo
a la variable disponibilidad de alimentos. La cifra representa el 54,3 por
ciento de los 339 municipios bolivianos.
Además de
la disponibilidad de alimentos, la investigación de Tierra analiza otros dos
componentes del grado de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria: el acceso
y uso de los alimentos. Estos aspectos son traducidos en índices que se basan a
su vez en indicadores de riesgo y de capacidad de respuesta, siendo el
municipio la unidad de análisis.
El
representante de la FAO en Bolivia, Crispín Moreira, expresó su confianza en
que Bolivia pueda cumplir con los objetivos del milenio, y en este caso con
reducir la subnutrición en el país hasta un 17 por ciento a 2015.
“Bolivia
está llegando cerca de su meta que es bajar hasta 17 por ciento el número de
personas en situación de subalimentación, entonces ya hay un progreso, porque
cuando Bolivia firmó ante las Naciones Unidas tenía 33 por ciento de la
población en situación de inseguridad alimentaria”, recordó el funcionario.
Apuntó
que actualmente el 21,3 por ciento de la población sufre hambre, pero “nosotros
creemos que si el país sigue acelerando, tenemos esperanza que a 2015 Bolivia
va a lograr la meta”.
FUENTE:
http://www.erbol.com.bo/noticia/economia/16102013/fao_solo_el_crecimiento_economico_no_hace_efecto_en_reduccion_de_hambre#sthash.RdxuqkjT.dpuf
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