Por Iris Alandia, responsable de proyectos Global Humanitaria en Bolivia.
Si bien en Bolivia ha disminuido la pobreza extrema, todavía es uno de los países más pobres de la región, cuyos niveles de ingreso no les permite a sus habitantes cubrir el coste de una canasta familiar media. El consumo de alimentos en Bolivia se concentra en pocos productos, por lo que el 63% de los hogares no cubren los requerimientos calóricos. El área rural sigue siendo la población más pobre y afectada con altos niveles de malnutrición: el 26.5% de niños menores de 5 años presentan
desnutrición crónica.
Sabemos que no es posible ejercer el derecho humano a la alimentación si no existen políticas que garanticen la soberanía alimentaria y la seguridad alimentaria nutricional. Entendemos la soberanía alimentaria como la capacidad y el poder de los pueblos y los Estados para ejercer el derecho a definir libremente sus estrategias en alimentación y nutrición, tendientes a lograr la seguridad alimentaria. Tener una buena alimentación es tan importante como la vida misma; consiguientemente, parte de la construcción del proyecto de vida es la buena alimentación.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), sugirió a Bolivia trabajar en la implementación de los huertos pedagógicos, pues sólo 170 mil de los más de 2 millones de estudiantes en el país gozan de desayuno escolar. Su representante sostuvo que Bolivia posee grandes avances en esta materia: “cuenta con un marco legal que reconoce e incorpora el derecho a la alimentación adecuada; su realidad campesina de productores de alimentos permite abastecer de alimentos sanos a los establecimientos educativos; y los sectores sociales están activamente involucrados en el diseño de políticas públicas colocando en su agenda este tema con una mirada estratégica”.
En ese sentido, en Bolivia la educación adquiere especial relevancia; en tanto la integración entre escuela, currículo y sociedad pretende ser abordada desde el pensamiento holístico-integral. Es en ese marco que en la actualidad las escuelas en Bolivia, deben orientar su quehacer educativo. La Ley de Educación Nº 070 Avelino Siñani-Elizardo Pérez, promulgada el año 2010, marca las líneas y fundamentos en ese sentido, fundamentos que tienen su base y fin el paradigma del “Vivir Bien”.
Encarar esta temática en el marco de la educación es un gran desafío que felizmente está en marcha con algunas experiencias; en las que la educación productiva, a través de los huertos escolares, va abriendo caminos hacia la soberanía y seguridad alimentaria. Entre las que se destaca la experiencia realizada por Global Humanitaria Bolivia en los municipios de Tarata y Toco del Departamento de Cochabamba, con un proyecto que integra la estrategia de trabajo de huertos escolares con la de comedores, con todo lo que implica conectar de la manera más coherente, la escuela con el comedor, el huerto escolar y la comunidad.
Este proyecto ha sido galardonado con el premio Noé Fernández de la Fundación ALIMERKA en España como a la mejor intervención en el tema de Nutrición y Seguridad Alimentaria.
FUENTE:
http://blog.globalhumanitaria.org/index.php/inseguridad-y-seguridad-alimentaria-en-bolivia-desnutricion/
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