SE
HACE CAMINO AL ANDAR…
He concluido 5 años de gestión parlamentaria
en la primera Asamblea Plurinacional. Ser diputada por la Circunscripción 10
(hoy 8) de la Ciudad de La Paz, fue un honor y un aprendizaje muy importante
como mujer política y ciudadana boliviana.

Sin embargo, la Asamblea, concluye sus
labores también con el saldo negativo de su desprestigio institucional debido a
su dependencia al Órgano Ejecutivo que le ha impedido ejercer su mandato
constitucional deliberativo y de fiscalización, y en consecuencia la pérdida de
la oportunidad histórica de dotarle al país un nuevo modelo económico y de
distribución más equitativa del excedente,
de una nueva justicia que nos garantice
las bolivianas, bolivianos y a quienes residen en nuestro territorio
DERECHO A LA JUSTICIA, así como de una nueva institucionalidad democrática. La
Asamblea refleja lo que le falta a este proceso
de cambio: revolución intelectual y moral, sentido autocrítico y apertura
al debate plural.

En consecuencia, sigue pendiente en la agenda
política e institucional la transformación y la revalorización del Órgano
Legislativo, capaz de producir y reproducir igualdad, libertad, justicia,
autodeterminación y solidaridad, para dotar a las generaciones presentes y
futuras instituciones de normas y principios reales de inclusión y dignidad.
Desde el parlamento, denuncié el abuso de
poder, la falta de derechos de las mujeres bolivianas, casos de corrupción, la
violación de los derechos de los pueblos indígenas, de los derechos de las
víctimas de violencia por parte del Estado y de los derechos de los niños y
niñas. También luché por diversos temas como: la protección de los animales de
compañía, coca, el derecho al internet rápido y barato, los contratos y la
contratación de créditos y deuda pública, marque posición sobre los
desequilibrios y falta de inversión social y productiva Presupuesto General de la Nación, fiscalización
a la prevención de desastres,
particularmente en el caso de La Paz y Beni, fiscalización a las falencias de la
seguridad ciudadana, entre otros.
Aunque la fiscalización fue mi mayor trabajo,
el debate y la presentación de leyes –más allá del veto al que tuvimos que
enfrentarnos muchas veces-, también me llenaron de satisfacción. Entre otros,
participé activamente en la elaboración y presentación de leyes como la Ley del
Sistema Nacional de Estadística (fruto
de una iniciativa legislativa ciudadana promovida por la UMSA y PRISMA), la Ley
de Transferencia de la Cárcel de San Pedro para el Centro Cultural (elaborada
con la dirigencia de la zona de San Pedro y respaldada por la Asamblea de la
Paceñidad), y en la mayoría de las leyes tratadas en estos cinco años.
A los nuevos diputados y senadores tanto del
oficialismo como de la oposición les queda el desafío de revalorizar la
Asamblea como institución destinada a debatir democráticamente sobre los bienes
comunes, sobre el proyecto de país incluyente y los derechos de las bolivianas y los bolivianos.
A estos ciudadanos y ciudadanas les
corresponderá aprobar leyes sociales, como la Ley General del Trabajo y Empleo,
y la Ley del Sistema Nacional de Estadística, que el MAS no quiso debatir y
menos aún aprobar en la pasada legislación. También se necesitan leyes de
protección efectiva a los recursos no renovables y la fiscalización al despilfarro
económico al que el MAS y el Presidente Evo Morales lamentablemente se han
acostumbrado en estos años.
A los nuevos representantes les corresponderá
aprobar leyes sociales, como la Ley General del Trabajo y Empleo, y la Ley del
Sistema Nacional de Estadística, que el MAS no quiso debatir y menos aún
aprobar en la pasada legislación. También se necesitan leyes de protección
efectiva a los recursos no renovables y la fiscalización al despilfarro
económico al que el MAS y el Presidente Evo Morales lamentablemente se han
acostumbrado en estos años.
Concluyo esta gestión parlamentaria con la
satisfacción de haber dado toda mi capacidad y puesto todo mi empeño, pero
también me voy con la sensación amarga de que no pudimos lograr todo lo que se
quería e intentó hacer por el bien del país. Mi trabajo estuvo definido por la
voluntad del pueblo que me eligió, por mi conciencia y por el Movimiento Sin
Miedo que respaldó mi elección.

En suma, continuo pensando y actuando en la
política como un instrumento poderoso (cuando es bien usado) que puede lograr
la transformación y el crecimiento social, económico y cultural de todo un
país... gracias, seguiré junto a ustedes, con ustedes haciendo el camino hacia
una patria incluyente, justa, equitativa, plural, donde el individuo recobre su
integralidad, su sentido de responsabilidad con la comunidad y con la
naturaleza.
"El que da, no debe volver a
acordarse; pero el que recibe nunca debe olvidar." (Proverbio hebreo)
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